Hay dos madres, dos médicas, una socióloga del Conicet y una estudiante secundaria. Otras nueve juegan en el exterior. Tras años de lucha, ahora quieren brillar entre las mejores.
Mira por la ventana de su habitación del Hotel Meliá París La Défense y ve la Torre Eiffel. Son las diez de la noche y las luces blancas que parpadean obnubilan pero no marean. Sabe lo que veía hace apenas seis años a través de la ventana del autoservicio donde trabajaba de cajera. Estar en París, a días del debut en el Mundial, es el proceso de una lucha que tanto Miriam Mayorga como sus 22 compañeras comenzaron en diferentes períodos y que hoy las encuentra juntas jugando por un sueño.
Sus 23 historias hacen historia: en noviembre 17 de ellas consiguieron el pasaje a la Copa del Mundo al imponerse a Panamá en el repechaje de la FIFA. No fue una conquista más como podría suponerse por vestir la camiseta albiceleste. Se trataba de una recompensa al esfuerzo, no solo porque el fútbol femenino no es profesional sino porque la Selección batalló en las sombras.
Con un escaso apoyo de la AFA, y pese al oro en los Juegos Odesur 2014, el seleccionado estuvo 18 meses sin competir después de los Juegos Panamericanos 2015 y no tuvo entrenador durante un año, hasta que en julio de 2017 asumió Carlos Borrello, quien había sido el DT en las anteriores participaciones de Argentina en Mundiales: Estados Unidos 2003 y China 2007. Él fue quien delineó un plantel que mezcla experiencia y juventud: desde Mariela Coronel, de 37 años y dos Mundiales, a Dalila Ippólito, de apenas 17.
Entre las 23 historias hay dos madres y también dos médicas. Hay una socióloga y becaria doctoral del Conicet al lado de una chica de 17 que asiste al cuarto año del colegio secundario. Hay una que trabaja 12 horas en el Mercado Central. Hay sacrificio. Y también, un pasado común: el de jugar al fútbol con varones y también el de escuchar ‘vos no podés porque sos una nena’«.
Vanina Correa es una de las tres arqueras de Argentina y es también una de las mamás. En su caso, hizo el tratamiento de fertilidad por el que hace 5 años nacieron los mellizos Romeo y Luna. Fue durante el impasse de seis años que le puso a su carrera como deportista, tras una extensa y laureada carrera en Boca. Subió 30 kilos, que bajó después del parto natural, y tenía decidido no volver a jugar. El tiempo libre que le dejaba su trabajo de cajera en la Municipalidad de Villa Gobernador Gálvez, en las afueras de Rosario -donde cobra impuestos-, se lo quería dedicar a sus hijos. Sin embargo, Borello la convenció, volvió en Rosario Central y, a los 35 años, en Francia disputará su tercer Mundial.
Solana Pereyra y Gabriela Garton son las otras arqueras de la Selección. La primera es una de las más jóvenes: con 20 años, la tucumana se lució en el Sudamericano Sub 20 de Ecuador el año pasado y se ganó un lugar sin haber jugado ni un partido con la Mayor (su debut fue en el partido despedida con Uruguay). Además, esta temporada se ganó la titularidad en UAI Urquiza, club al que llegó desde San Martín de Tucumán en 2016.
Garton, en tanto, tiene 29 años e integra el plantel masculino de Sol de Mayo -no hay equipo femenino- de San Luis. Aunque nació en Rochester (Minnesota, Estados Unidos) y se crió en el estado de Florida, las raíces maternas influyeron y a los 23 se nacionalizó argentina y se mudó a Buenos Aires para jugar en UAI Urquiza y UAI. Paralelamente, se recibió de socióloga, está cursando un doctorado en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA y es becaria doctoral del Conicet. Este mes también se convirtió en autora: se publicó su libro “Guerreras. Fútbol, mujeres y poder”.
No es la única con título universitario del plantel: Natalie Juncos y Miriam Mayorga son médicas. Juncos y Garton, además, comparten su origen estadounidense. La defensora de 28 años nació en Michigan y desde chica tuvo el sueño de vestir los colores argentinos como sus padres, los nadadores Valentina Aracil y Luis Juncos, olímpicos en Seúl 1988 y Los Ángeles 1984, respectivamente. Para lograrlo, incluso, se repuso de una rotura de ligamentos cruzados sufrida en agosto. Aplicó, seguramente, sus conocimientos en kinesiología, carrera que siguió en la Universidad de Florida y que la obligó a ir y venir de Argentina a los Estados Unidos en los últimos años hasta recibirse.
Mayorga, por su parte, rindió la última materia de Medicina en la UAI el año pasado y pospuso la residencia por el Mundial. Se lo debía al fútbol, porque en definitiva fue lo que cambió su vida hace seis años cuando dejó una casa a medio terminar en Barilocheen pos de estudiar una carrera que en su ciudad no se ofrecía. Hasta ese momento la pelota se limitaba a los fines de semana, cuando dejaba atrás su trabajo de cajera en un autoservicio para jugar los torneos regionales. Ahora, el tiempo lo reparte entre el ambo, los botines y el cuidado de sus cuatro perros.
Yael Oviedo
Nacimiento: 22/5/1992
Lugar: Concordia
Puesto: Delantera
Club: Rayo Vallecano (ESP)
Vanesa Santana
Nacimiento: 3/9/1990
Lugar: Buenos Aires
Puesto: Mediocampista
Club: EDF Logroño (ESP)
Soledad Jaimes
Nacimiento: 20/1/1989
Lugar: Nogoyá
Puesto: Delantera
Club: Olympique de Lyon (FRA)
Milagros Menéndez
Nacimiento: 23/3/1997
Lugar: Mar del Plata
Puesto: Delantera
Club: UAI Urquiza
Gabriela Gartón
Nacimiento: 27/5/1990
Lugar: Rochester (EE.UU.)
Puesto: Arquera
Club: Sol de Mayo (SL)
Aldana Cometti
Nacimiento: 3/3/1996
Lugar: Buenos Aires
Puesto: Defensora
Club: Sevilla (ESP)
Mariela Coronel
Nacimiento: 20/6/1981
Lugar: Santiago del Estero
Puesto: Mediocampista
Club: Granada (ESP)
Ruth Bravo
Nacimiento: 3/3/1992
Lugar: Salta
Puesto: Mediocampista
Club: CD Tacón (ESP)
Vanina Correa
Nacimiento: 14/8/1983
Lugar: Rosario
Puesto: Arquera
Club: Rosario Central
Belén Potassa
Nacimiento: 12/12/1988
Lugar: Cañada Rosquín
Puesto: Delantera
Club: UAI Urquiza
Solana Pereyra
Nacimiento: 5/4/1999
Lugar: Tucumán
Puesto: Arquera
Club: UAI Urquiza
Gabriela Chávez
Nacimiento: 9/4/1989
Lugar: Buenos Aires
Puesto: Defensora
Club: River Plate
Miriam Mayorga
Nacimiento: 20/11/1989
Lugar: Bariloche
Puesto: Mediocampista
Club: UAI Urquiza
Lorena Benítez
Nacimiento: 20/11/1989
Lugar: Bariloche
Puesto: Mediocampista
Club: Boca Juniors
Eliana Stábile
Nacimiento: 26/11/1993
Lugar: Buenos Aires
Puesto: Defensora
Club: Boca Juniors
Florencia Bonsegundo
Nacimiento: 23/3/1997
Lugar: Mar del Plata
Puesto: Delantera
Club: Sporting Huelva (ESP)
Estefanía Banini
Nacimiento: 21/6/1990
Lugar: Mendoza
Puesto: Mediocampista
Club: Levante (ESP)
Agustina Barroso
Nacimiento: 20/5/1993
Lugar: Tandil
Puesto: Defensora
Club: Madrid CFF (ESP)
Virginia Gómez
Nacimiento: 26/2/1991
Lugar: Rosario
Puesto: Defensora
Club: Rosario Central
Natalie Juncos
Nacimiento: 28/12/1990
Puesto: Detroit (EE.UU.) – Libre
Club: Defensora
Adriana Sachs
Nacimiento: 25/12/1993
Lugar: Capital Federal
Puesto: Defensora
Club: UAI Urquiza
Mariana Larroquette
Nacimiento: 24/10/1992
Lugar: Buenos Aires
Puesto: Delantera
Club: UAI Urquiza
Dalila Ippólito
Nacimiento: 24/3/2002
Lugar: Buenos Aires
Puesto: Mediocampista
Club: River Plate
No fueron las únicas seducidas por la Medicina. Agustina Barroso, la defensora central de 26 años, estudió por un tiempo kinesiología hasta que el fútbol la llevó a otras latitudes. Primero, a Brasil, donde fue campeona de la Copa Libertadores con el Audax Corinthians. Luego, pasó por Inglaterra y ahora está en el Madrid CFF de la Primera División española, donde puede vivir el fútbol de otra manera y lo disfruta.
No es la única argentina en España. Su compañera de zaga, Aldana Cometti, acaba de renovar con el Sevilla, uno de los equipos más poderosos del país. Aunque no siempre fue así: cuando comenzó, para poder ir a entrenar, vendía lanas y botones en una mercería. En la Argentina, Boca fue su trampolín. Y, además de en España, jugó en Colombia, donde ganó la liga femenina y la Copa Libertadores con el Atlético Huila.
Ruth «Chule» Bravo, por su parte, es mediocampista del Club Deportivo Tacón, con el que acaba de ascender a la Liga de España, un sueño que parecía lejano cuando el baile aparecía como única opción de un padre militar. Fue su mamá la que se interpuso para que ella pudiera iniciarse en el deporte y, por eso, la salteña de 27 años -aunque criada en la ciudad bonaerense Magdalena- no duda cuando dice que está cumpliendo el sueño de ella al estar en un Mundial. Antes de vivir este presente, estuvo un año y medio sin jugar: tres días antes de viajar a Japón para el Mundial Sub 20 de 2012 se rompió los ligamentos. Durante ese tiempo, trabajó en una panadería y engordó. Pero se recuperó, pasó de Estudiantes a Boca en 2015 y luego dio el salto a Europa.
Florencia Bonsegundo también juega en España (Sporting de Huelva) y es otra de las referentes del plantel, tanto que fue la capitana en la Copa América 2018. La cordobesa de 25 años es pieza clave del ataque argentino, convirtió el gol del 1-1 en Panamá que selló la clasificación al Mundial y acumula 11 tantos en 35 partidos. En 2011 llegó a Huracán y dos años después pasó a UAI Urquiza, donde además de jugar trabajó vendiendo indumentaria del club. Se fue el año pasado después de tres títulos y como capitana del equipo de Germán Portanova.
Yael Oviedo y Vanesa Santana también juegan en el fútbol español, uno de los más desarrollados en el último tiempo y tan distante de aquellos primeros años en Concordia, donde Oviedo jugaba gracias a la benevolencia de su hermana, encargada de armar los equipos para que ella pudiera jugar. Ahora, con 27 años y un futuro que busca emparentar con la Nutrición, es delantera del Rayo Vallecano.
Santana, que comenzó jugando en los potreros de Villa Celina, pegadito al Mercado Central, llegó después de una extensa carrera -12 años- en Boca y pasos por Venezuela y Colombia. Ahora, con 28 años, es volante en el Escuelas de Fútbol (EDF) Logroño de España y la dueña de la camiseta número 5 de la Selección.
Si de Mercado Central se trata una que lo conoce bien es Lorena Benítez, una de las jugadoras que se ganó un lugar pese a no haber participado del repechaje. La volante de 20 años trabaja 12 horasallí: entra a las 2 de la mañana, sale a las 14 y se va a entrenar a Boca. Su rutina también incluye por las noches el futsal con el club Kimberley. Además, es la otra mamá del plantel. En su caso, no gestante: su pareja dio a luz el pasado 6 de mayo a los mellizos Ezequiel y Renata.
Su poca experiencia en la Selección se contrapone con la de Mariela Coronel, una de las sobrevivientes del Mundial 2003 y que a punto de cumplir 38 años disputará su tercer Mundial. Dueña de un acento contaminado por sus 13 años en España, su obsesión por el físico y un entrenamiento cuidadoso le valieron un lugar en el plantel a la primera argentina en disputar una Champions League.
Aunque la volante del Granada fue la primera, la que logró ganarla fue Soledad Jaimes, la potente centrodelantera de la Selección y del Olympique de Lyon, reciente campeón de la Champions League femenina y uno de los mejores equipos del mundo. La entrerriana, que en Nogoyá jugaba descalza, empezó en Boca y a los 25 años se fue al fútbol brasileño (San Pablo y Santos). Luego, emigró a China, por lo que se perdió el repechaje contra Panamá del año pasado, y en enero se mudó a Francia.
Jaimes no es la única figura de este equipo: Estefanía Banini (28 años) es la capitana de la Selección. Nació en Mendoza, donde jugó al futsal con varones en Cementista hasta los 15 y fue captada por Borrello para un Sub 17. A los 18 dejó la carrera de Educación Física y cruzó la Cordillera para jugar en Colo Colo. Ese paso duró cuatro años y, además de títulos locales, incluyó la Copa Libertadores 2012. De allí se fue a la liga de Estados Unidos -potencia en el mundo- para jugar en el Washington Spirit, tuvo un paso por el Valencia en el medio y volvió a España a fines de 2018 como jugadora del Levante.
El ataque de la Selección tiene otros nombres importantes: Mariana Larroquette, que con Borrello juega de mediocampista por derecha, y Belén Potassa, compañeras en UAI Urquiza. La primera es de Castelar, está a cinco materias de recibirse de profesora de Educación Física y disputó dos Mundiales sub 20 (Chile 2008 y Japón 2012). Empezó a los 6 años en el club Bogado, a tres cuadras del polideportivo Gorki Grana, y allí jugó con varones hasta que a los 13 tuvo que buscarse un club que tuviera fútbol femenino. Así llegó a Los Andes de Vicente López. Luego pasó por River -estuvo 8 años- y Universidad de Chile hasta que regresó a Buenos Aires para jugar en el Furgón, donde es una de las goleadoras.
Ese rol en el club, justamente, se lo disputa Potassa, una de las cuatro futbolistas con experiencia mundialista. Con 30 años, jugó en China 2007, estuvo en los Juegos Olímpicos de Beijing y también en los Mundiales Sub-20 de 2006 y 2008. Hasta no hace mucho tiempo combinaba los entrenamientos con su trabajo de recepcionista del colegio de la UAI. Además, es directora técnica y sueña con un día ser la primera mujer en dirigir a la Selección femenina.
Las otra delantera de la lista es Milagros Menéndez, también jugadora de UAI Urquiza, al que llegó desde Mar del Plata en 2016. Fue recién entonces cuando se decidió a cambiar definitivamente los autos por la pelota: al principio, su pasión era el automovilismo y corrió en karting desde muy chica. En 2018 fue convocada por primera vez a la Selección e integró el grupo que logró la clasificación al Mundial.
Aunque no es netamente delantera, Dalila Ippolito se luce como enganche en River y se ganó un lugar pese a tener apenas 17 años. Es la jugadora más joven del plantel y una de las más chicas en Francia 2019. Sin embargo, ya demostró que los desafíos no le pesan: debutó con 14 años en la Primera del equipo millonario y a los 15 recibió su primera citación a la Selección. Mientras se hace un nombre en el fútbol argentino, cursa cuarto año del colegio.
La otra jugadora de River que tiene el plantel es Gabriela Chávez. Con 30 años, la defensora fue convocada por primera vez en 2006 e integró el plantel que disputó el último Mundial, hace 12 años. Pasó por UAI Urquiza y Platense antes de sumarse al Millonario, donde hoy festeja ser una de las cuatro sobrevivientes.
Adriana Sachs y Eliana «la Zurda» Stabile, por su parte, tiene 25 años y son las laterales que asoman como titulares en el equipo de Borrello. La marcadora de punta por derecha arrancó jugando en el barrio con sus hermanos y sus vecinos hasta llegar a Huracán. En 2015 pasó a UAI Urquiza, donde intercaló sus tiempos entre el fútbol y una empresa de limpieza, al igual que su compañera Menéndez.
Si bien también es defensora, no es raro ver a Stabile en posición de gol; incluso, anotó dos goles en la ida del repechaje con Panamá, en la cancha de Arsenal. La lateral izquierda de Boca supo defender los colores de River. Si bien el año pasado fue campeona de la Copa Libertadores con el Atlético Huila de Colombia, regresó al club de sus amores.
Por último está Virginia Gómez, la capitana de Rosario Central. Aunque ahora duerme en hoteles de lujo y entrena en las mejores canchas, la defensora de 28 años sabe de necesidades. Cuando era una adolescente tuvo que dejar el secundario para ayudar a sus padres y a sus siete hermanos. De origen humilde, cartoneó, pidió comida e hizo changas hasta conseguir trabajo en un bar de Playa Pérez. Allí pasó de bachera a encargada, hasta que el lugar cerró, justo cuando ella vivía uno de los momentos más felices como futbolista al clasificar a la Selección al Mundial.
Francia será la revancha para todas ellas. Porque llevan en los botines revolución. Porque vivieron el desprecio de una AFA que las tenía olvidadas, que les daba ropa descartada por los equipos masculinos, que las hacía dormir en micros para ahorrarse hoteles. Porque estuvieron 18 meses de huelga pidiendo por lo que les correspondía por defender a la Argentina internacionalmente. Porque sufrieron y ahora sonríen. Porque vivieron una concentración de tres semanas en el predio de Ezeiza. Porque llegaron a Francia diez días antes del debut. Porque ya no viajan en clase turista y duermen en hoteles de primer nivel mirando la Torre Eiffel. No lo necesitan pero se lo ganaron por poner a la Argentina nuevamente en un Mundial después de 12 años. Porque son también la cara de un nuevo fútbol femenino.
Los antecedentes mundialistas
Desde que la FIFA organiza el Mundial de fútbol femenino, Argentina solo había jugado dos de las siete ediciones posibles: Estados Unidos 2003 y China 2007. Nunca ganó un partido, algo que buscará conseguir en Francia.
Su debut mundialista se produjo el 20 de septiembre de 2003 frente a Japón, por el grupo C. Fue la derrota más dura para Argentina: 6-0. Luego, cayó 3-0 con Canadá y 6-1 con Alemania, que luego se quedaría con el título. Argentina finalizó con 15 goles en contra y apenas uno a favor.
Cuatro años después ratificó su presencia en China, donde Alemania ratificó el título al ganarle 2-0 la final al Brasil de Marta -elegida la mejor jugadora del torneo-.
Argentina integró el grupo A y repitió dos rivales: Alemania y Japón. Las campeonas le dieron una paliza a aquel equipo, al vencerlo por 11 a 0, mientras que las asiáticas se impusieron por la mínima (1-0). El último rival fue Inglaterra, que le ganó 6-1. Terminó con 18 goles en contra y apenas uno a favor.
Los rivales en Francia
Suplieron el poco rodaje hasta la Copa América 2018 con un año de entrenamientos, giras y amistosos. La Selección femenina está lejos de las potencias pero también tiene potencial para crecer e ilusionarse con ganar su primer partido en un Mundial. Hasta ahora, perdió los seis partidos que disputó entre Estados Unidos 2003 y China 2007.
En Francia, donde el sueño de las jugadoras es avanzar de ronda por primera vez en la historia, Argentina tendrá dos rivales muy complicados, como son Japón y Francia. El otro es Escocia, debutante en una Copa del Mundo.
El primer choque será ante el seleccionado asiático, que viene de ser subcampeón en Canadá 2015. Tres días después del arranque del torneo (que se disputará del 7 de junio al 7 de julio), Argentina se medirá con Japón en el Parque de los Príncipes. Será el lunes 10 a las 13 y televisado por la TV Pública y DirecTV -como el resto de los partidos-. Con 26 años, Mana Iwabuchi es su figura. Dueña de la 10 de Japón, se desempeña como delantera en el Bayern Munich alemán.
Luego, el equipo de Borrello se trasladará hacia Le Havre para medirse a Inglaterra, el viernes 14. Las europeas están en el puesto número 3 del ranking de la FIFA, misma posición que ocuparon en el último Mundial, y tienen a la delantera del Chelsea Fran Kirby como una de sus referentes. Lucy Bronze, la defensora del campeón Olympique de Lyon, se destaca en el fondo.
Por último, la Selección volverá a París para medirse a Escocia, a priori el rival con el que Argentina se podría ilusionar con cosechar sus primeros puntos en una Copa del Mundo. El duelo será el miércoles 19 en el Parque de los Príncipes. Kim Little, mediapunta del Seattle Reign de la NWSL de los Estados Unidos, es una de las figuras de un equipo que tiene varias futbolistas con experiencia en la liga inglesa, una de las mejores del mundo.
MFV
