Rusia acoge el próximo verano el Mundial de fútbol sin su tetracampeona
La casa Rusia es una película basada en la novela del mismo nombre de John le Carré ambientada en parte en la URSS. Se trata del primer filme estadounidense que se rodó en territorio exsoviético tras la desaparición del Estado socialista. Intrigas, luchas de espías y diversas incógnitas están en el meollo de la trama. Este verano en Rusia se escribirá otro libro y se registrarán otras imágenes. También incluirán el suspense, la emoción, el misterio y se verán nutridas por la belleza de los goles, la euforia de los vencedores y la tristeza de los vencidos. La patria rusa organiza del 14 de junio al 15 de julio el Mundial de fútbol, un torneo que reunirá todos los ingredientes, aunque no estará presente una histórica como Italia, una tetracampeona que aún lamenta su eliminación en la repesca. Pero sí concurrirán Argentina con Messi, Brasil con Neymar, Portugal con Cristiano Ronaldo y la roja de Julen Lopetegui, dispuesta a imponer un juego más coral.
Para el genio argentino del Barcelona se trata quizás de la última oportunidad de conquistar el Mundial, su deuda pendiente con el fútbol como dijo hace unos días. Leo disputará su cuarta fase final y espera que sea la buena. Cuando se estrenó en Alemania 2006 todavía era un adolescente y aún no sabía que la mannschaft se cruzaría siempre en su camino. Quería comerse el mundo, “romperla”, como dicen en su país, en todo momento. Un chaval fascinado por el fútbol que se quedó de pasta de boniato cuando en los cuartos de final, en Berlín, el seleccionador, José Pekerman, no le dio ni un minuto.
Messi y Cristiano Ronaldo afrontan la que quizá sea su última oportunidad de ganar un Mundial
Argentina cayó en los penaltis ante el anfitrión y Messi atravesó la zona mixta con la cabeza gacha y el gesto compungido. Ese fue su primer sinsabor. Pero no el último. Cuatro años después se puso a las órdenes del mito Maradona en Sudáfrica. El resultado fue el mismo, completado por una eliminación rotunda (4-0), también ante Alemania y también en cuartos de final.
Tocaba rehacerse y en Brasil le llegó a Messi la gran ocasión. A trancas y barrancas Argentina se plantó en la final, donde le esperaba…Alemania. Resistieron hasta la prórroga, pudieron ganar pero un gol de Götze, del que casi no se ha sabido nada más al más alto nivel, privó del título a Messi y compañía. Tras sufrir mucho para obtener la clasificación la albiceleste espera armar un conjunto a la altura de lo que necesita Leo, aunque eso no será sencillo.
Por lo visto en los últimos meses, Brasil tiene más equipo bajo la batuta de Tite, que parece haber enderezado la nave de la canarinha, traumatizada desde la semifinal del 2014 en el Mineirão de Belo Horizonte. Aquel 1-7 ante Alemania (omnipresente en esta historia y la selección más compacta y trabajada del momento) dejó por los suelos el prestigio brasileño. Hará falta mucho más que la magia de Neymar para que Brasil, ese gran clásico de los mundiales, llegue lejos y si cae, lo haga con honor y con buen fútbol, dos ingredientes que no se produjeron en la última edición, al abrigo de su público.
España irá para vindicarse tras su fiasco del 2014…pero todavía está pendiente de la FIFA
Tampoco realizó un juego despampanante Portugal en la última Eurocopa y se la llevó a su molino. El Mundial también es una cuenta que tiene por saldar Cristiano. No sólo a la hora de llegar más o menos a una ronda de categoría (en el 2006 alcanzó las semifinales en los estertores de la generación encabezada por Figo) sino, sobre todo, en el capítulo individual. El madridista, una máquina de marcar goles, sólo ha metido tres en fases finales de un Mundial (uno a Irán, otro a Corea del Norte y el tercero a Ghana).
Sin tener una estrella del calibre de Messi, Neymar o Cristiano, la selección española acudirá a la cita rusa liberada de la presión de tener que defender la corona, al contrario de lo que le ocurrió en su deprimente torneo del 2014. Julen Lopetegui ha recuperado el fútbol de toque que caracterizó a la selección española primero con Luis Aragonés y después con Del Bosque, que rentabilizaron al máximo la gran generación barcelonista. Los internacionales españoles han ganado en confianza con una fase de clasificación casi impecable, lo que ya supone una rutina. Habrá que ver si en el momento de la verdad España recobra el empaque que le llegó a enhebrar dos Eurocopas y un Mundial. Cuando ruede el balón en Rusia Andrés Iniesta tendrá 34 años, con lo cual lo más probable es que suponga la última presencia en un torneo mundialista del héroe de Johannesburgo.
La última imagen para recordar que se tiene de la ‘canarinha’ es un 1-7 que quiere borrar este verano
Sobre la Federación Española pesa todavía el aviso de la FIFA por las injerencias políticas del Gobierno en el devenir de la RFEF. Los principales actores del Ejecutivo y del fútbol español no creen que esa advertencia se traduzca al final en una exclusión de España del Mundial, pero en las próximas semanas se puede arrojar más luz al respecto. Sería injusto desde el punto de vista deportivo pero con la FIFA, a la que siempre le gusta colocarse por encima de los gobiernos de los países, nunca se sabe.
Rusia quiere aprovechar su condición de anfitrión para lavar la imagen absolutamente ensuciada de su deporte por los escándalos de dopaje que impedirán que su bandera y sus colores estén presentes, por ejemplo, en los Juegos Olímpicos de invierno. Mucho tendrían que sorprender sobre el campo para pelear por la victoria final en el Mundial pero conseguir organizar el evento de una manera meticulosa y sin sobresaltos extradeportivos ya sería un triunfo para un país que ha estado en la mayoría de conflictos paralelos al deporte en los últimos tiempos. Lo dicho, intrigas seguro que no faltarán en el Mundial. Es la casa Rusia.
Fuente: Lavanguardia